1. Introducción
Breve descripción de la unidad: En esta unidad aprenderás/serás capaz de identificar y describir los principales elementos de resiliencia y adaptación para una vida sana y equilibrada, centrándose en los temas de la vida sostenible en la tercera y cuarta edad. Conocer las vulnerabilidades y cómo desplegar estrategias en consecuencia. Apreciar la importancia del aprendizaje a lo largo de toda la vida y de mantenerse activo a diferentes niveles para reforzar la propia capacidad de cambiar hábitos y responder cambiar hábitos y responder de forma estable ante nuevas situaciones.
Declaración de competencias:
Conocer mejor qué es la adaptación y la resiliencia y su importancia para una vida equilibrada y un envejecimiento saludable. Reconocer los impactos que el cambio climático tiene sobre los adultos mayores y los principales mecanismos para mitigar estos impactos.
Resultados del aprendizaje:
- Comprender y ser capaz de explicar la resiliencia y la adaptación al cambio frente a los retos personales y medioambientales.
- Reconocer y recordar los factores que contribuyen a la resiliencia individual y comunitaria, centrándose en el impacto del cambio climático sobre el envejecimiento.
- Desarrollar y utilizar estrategias para el crecimiento personal, evaluando y reforzando la resiliencia, y apreciando la importancia de la capacidad de adaptación para el bienestar y la calidad de vida.
Palabras clave: Adaptación, Resiliencia, Envejecimiento exitoso, Envejecimiento saludable, Cambio climático, Vida sostenible.
Tiempo previsto: 6h
2. Adaptación y resiliencia en la tercera edad
Todos hemos oído hablar de los términos “resiliencia” y “adaptación”, pero ¿qué significan realmente?
La Asociación Americana de Psicología (APA) define la resiliencia como:
” (…) el proceso y el resultado de adaptarse con éxito a experiencias vitales difíciles o desafiantes, especialmente a través de la flexibilidad mental, emocional y conductual y el ajuste a las demandas externas e internas. (…)” (APA, 2023)
A su vez, la adaptación se define bajo muchos términos dependiendo del tema al que se haga referencia. A “nivel humano” se puede definir tiene:
“(…)modificación para adaptarse a circunstancias diferentes o cambiantes. En este sentido, el término suele referirse al comportamiento que permite a un individuo ajustarse al entorno de forma eficaz y funcionar de forma óptima en diversos ámbitos, como hacer frente a los factores estresantes cotidianos. (…)”
En suma, la adaptación es la acción emprendida y la resiliencia es el resultado de la adaptación (fig. 1). A menudo, estos términos se utilizan como sinónimos.

FIGURA 1 – DIFERENCIAS ENTRE ADAPTACIÓN Y RESILIENCIA.
En la comunidad investigadora se debate si la resiliencia es un rasgo fijo de la personalidad o si es un proceso. En cualquier caso, la perspectiva más común es que la resiliencia es un proceso adaptativo que puede desarrollarse y mejorarse (MacLeod et al., 2016).
Ahora que hemos aclarado estos términos, ¿por qué la adaptación y la resiliencia son importantes para las personas? ¿Y por qué son importantes específicamente para los adultos mayores? Y ¿cuál es su relación con los retos del cambio climático a los que nos enfrentamos?
Resiliencia y personas mayores
El cambio climático repercute en todos los miembros de todas las sociedades, pero, como todo problema perverso, afecta a las personas en distinta proporción.
Las personas mayores tienden a ser más vulnerables al cambio climático por varias razones:
- Enfermedades crónicas
- Problemas de movilidad, pérdida de masa muscular y ósea
- Reserva fisiológica y respuesta inmunitaria más lentas
- A menudo son más bajos
- A menudo tienen ingresos más bajos y menos acceso a infraestructuras y servicios
- Retos cognitivos y sensoriales, como pérdida de audición y vista
Las razones mencionadas no están presentes en el mismo número y gravedad en todos los adultos mayores. De hecho, existe una tendencia a generalizar en exceso las necesidades y los retos de la población de edad avanzada. Sin embargo, los mayores son el grupo de edad más numeroso, sobre todo en los países desarrollados, lo que significa que también son el grupo más diversificado en cuanto a autonomía y capacidades, intereses, expectativas y necesidades.
La sociedad tiene una percepción muy generalizada de las necesidades y retos de este grupo. Esto influye inevitablemente en las políticas públicas dirigidas a las personas mayores. Las prácticas y políticas dominantes relacionadas con las personas mayores se centran en un enfoque asistencial que descansa en una visión tecnocrática que no tiene en cuenta los casos locales e individuales y sus necesidades.
A medida que aumentaba la esperanza de vida, los retos asociados al envejecimiento se hicieron más evidentes, lo que condujo a un cambio de paradigma hacia la necesidad de promover un envejecimiento activo y satisfactorio.
El concepto de envejecimiento con éxito engloba la longevidad con calidad . El objetivo principal es ampliar la funcionalidad y el bienestar (Annele Urtamo et al., 2019). El concepto fue introducido por primera vez por Rowe y Kahn (1997), tiene tres dominios principales de acción que se centran en 1) evitar enfermar, 2) mantener un alto nivel de funcionamiento físico y mental, y 3) un estilo de vida activo y comprometido (fig. 2).

Figura 2 – Envejecer con éxito se compone de tres elementos: el mantenimiento de la función física y cognitiva, minimizar los riesgos de desarrollar enfermedades o discapacidades y, por último, ser capaz de seguir comprometido con la vida. Inspirado en Fatemeh Estebsari et al. (2020).
La resiliencia es un pilar fundamental para envejecer con éxito, ya que designa la capacidad de recuperarse de un acontecimiento estresante o de una adversidad en la vida (Reshma Aziz Merchant et al., 2022). La alta resiliencia se ha relacionado con la longevidad y la calidad de vida en general. Los estudios demuestran que los individuos altamente resilientes tienen menor mortalidad, depresión y riesgos de salud mental, enfermedades cardiacas, resistencia al estrés y movilidad. También parecen tener una visión más positiva, esperanzada y agradecida de la vida, así como una mejor autopercepción de envejecer con éxito (MacLeod et al., 2016). La resiliencia es multidimensional e incluye componentes mentales, sociales y físicos (MacLeod et al., 2016), las características de estos componentes se ilustran en la fig. 3.

Figura 3 – Las características de los individuos altamente resilientes divididas por sus tres dominios principales: mental, social y físico (MacLeod et al., 2016).
En suma, la resiliencia y el envejecimiento exitoso tienen una relación de retroalimentación positiva, al aumentar uno también aumenta el otro. Al promover la adaptación y la resiliencia, también se fomenta la felicidad, unos mecanismos de afrontamiento sólidos, el optimismo, una mentalidad y una perspectiva positivas, el desarrollo de un círculo social más estrecho y la participación en un estilo de vida más activo (MacLeod et al., 2016). En resumen, para desarrollar la resiliencia hay que centrarse en:
- Ser amable – un acto desinteresado cada día
- Ser abierto sobre sus sentimientos y ser capaz de expresarlos (escribiendo y hablando)
- Ser agradecido – encontrar al menos una cosa positiva cada día
- Tener metas, por pequeñas o grandes que sean
- Ser activo
Material práctico
Actividad 1: “Querido diario… hoy me siento resiliente”.
Presentación
Actividades de reflexión

¿Te sientes alguna vez ansioso y desesperanzado? ¿Puedes compartir tus principales preocupaciones e inquietudes?

¿Cuáles son tus escapatorias cuando te sientes estresado y/o agobiado?

¿Se te ocurre alguna afición/actividad que pueda ayudarte? (puede que lo practiques o no, puede que sólo tengas interés en ello)

3. Cambio climático y personas mayores
Los adultos mayores son especialmente vulnerables a los cambios de su entorno. En parte debido a algunas condiciones inherentes al envejecimiento, como un metabolismo más lento, la respuesta del sistema inmunitario y una menor capacidad de reserva fisiológica. También tienden a desarrollar enfermedades crónicas como la diabetes y el colesterol y una menor movilidad debido a la pérdida de masa muscular y ósea (Sala Mozos et al., 2023).
En cuanto a la resiliencia al cambio climático, la complejidad del fenómeno ha puesto de manifiesto que las estrategias resilientes requieren un enfoque individual, social y estructural (económico, social, cultural e institucional) (Sala Mozos et al., 2023).
Las consecuencias directas del cambio climático son fácilmente comprensibles si pensamos en fenómenos extremos como inundaciones y huracanes. En estas situaciones, las personas mayores corren un riesgo especial debido a su menor movilidad, sus deficiencias cognitivas y/o sensoriales, que pueden dificultar la percepción de las señales de alerta, y su dependencia de la medicación diaria, cuyas existencias podrían verse afectadas durante estos acontecimientos. Otro fenómeno cada vez más frecuente son las olas de calor. Los adultos mayores tienen una menor tolerancia fisiológica a las altas temperaturas. La reticencia o la falta de familiaridad con las estrategias de afrontamiento podrían ponerles en mayor riesgo. Además, la falta de un sistema de refrigeración y/o los problemas económicos pueden impedirles refrigerar sus hogares. Las olas de calor son especialmente preocupantes en las zonas urbanas, donde el efecto de isla de calor urbano exacerba los fenómenos extremos (Sala Mozos et al., 2023).
A continuación se enumeran los efectos indirectos del cambio climático:
- Inseguridad hídrica – Baja disponibilidad y calidad del agua debido a las sequías, la contaminación y las enfermedades transmitidas por el agua.
- Inseguridad alimentaria – Menor rendimiento y alimentos de menor calidad nutricional. El aumento del precio de los alimentos también puede provocar malnutrición en los adultos mayores más pobres.
- Mala calidad del aire – Periodos más largos de alergias y concentración de contaminantes atmosféricos. Los adultos mayores corren especial riesgo de hospitalización, principalmente los que padecen enfermedades cardiorrespiratorias preestablecidas.
- Pobreza energética – El fallo de los sistemas energéticos durante acontecimientos extremos o los elevados precios de la energía de consumo diario conducen a una menor calefacción o refrigeración de las instalaciones, incluso cuando es extremadamente necesario.
- Pérdida de vínculos efectivos y desplazamiento de la comunidad – El desplazamiento puede ser especialmente traumático para los adultos mayores. La separación de sus familiares y del apoyo de su comunidad les pone en especial riesgo. Sus profundos lazos con sus hogares y sus tierras también pueden provocar un rechazo a la evacuación.
La población de edad avanzada está insuficientemente atendida en cuanto a programas e investigaciones centrados en el fomento de la resiliencia, y menos aún en relación con el cambio climático. Sin embargo, algunas intervenciones específicas de resiliencia con adultos mayores se centran en un enfoque personalizado y multidisciplinario orientado a reducir el riesgo de depresión y aumentar el apoyo social y las conexiones (Lapierre et al., 2011; MacLeod et al., 2016; Philipp Kuwert et al., 2014).
Algunos ejemplos de pequeñas intervenciones pueden ser ajustar los horarios y las actividades diarias en función de la previsión meteorológica y fomentar estrategias de afrontamiento adaptativas centradas en la regulación emocional.
Los centros de día pueden ser lugares útiles y eficaces para realizar intervenciones de resiliencia. Pueden representar pequeñas comunidades en las que las personas mayores pueden establecer y seguir desarrollando vínculos sociales y actos de amabilidad, además de sentirse útiles. Algunas estrategias importantes pueden ser:
- Excursiones de un día
- Almuerzos sociales
- Clases de cocina o celebración de un comedor social
- Clases de ejercicio de bajo impacto
- Clases de pintura y arte
- Sesiones de jardinería
- Voluntariado en acciones para la comunidad
Este tipo de actividades fomentan las conexiones sociales, permiten a los participantes realizar actividades físicas y mentales, tener un propósito y, por tanto, ser más felices y sentirse más realizados.
Estas intervenciones abordan aspectos mentales, sociales y físicos de la resiliencia. A pesar de la poca investigación que se ha hecho sobre el tema, el papel de los centros de mayores, con este tipo de enfoque, puede tener un gran potencial para las intervenciones de resiliencia dirigidas a los adultos mayores. Sin embargo, existen barreras como la dotación de personal y las estrategias de reclutamiento. Una herramienta estándar para medir la resiliencia puede facilitar el diseño, las pruebas y la evaluación de las intervenciones, mejorando las comparaciones de los estudios y mejorando la resiliencia entre los adultos mayores. Es necesario seguir trabajando para lograr estos objetivos (MacLeod et al., 2016).
Material práctico
Actividad 2: “Encontrar y mostrar – soluciones para ser más resilientes al cambio climático”
Actividad 3: “Resiliencia ramificada”
Actividades de reflexión

¿Alguna vez has sentido ansiedad y desesperanza ante los retos climáticos actuales? ¿Puede explicar ese sentimiento y cuándo surge?

¿Puedes dar un ejemplo personal de un impacto que el cambio climático haya tenido/tenga en tu vida?

¿Tienes algún mecanismo para hacer frente a fenómenos extremos (olas de calor, olas de frío, incendios forestales, etc.) u otros fenómenos relacionados con el cambio climático (temporada de alergias, contaminación atmosférica, etc.)?

4. La unidad en pocas palabras

5. Cuestionario
6. Lecturas complementarias
Finch, M. (2020, 3 de febrero). 25 preguntas para comprobar tu nivel de resiliencia. Coach Maite Finch.
https://coachmaitefinch.com/2020/02/25-preguntas-para-comprobar-tu-nivel-de-resiliencia/
FOXIZE Lab. Test de Resiliencia.
https://lab.foxize.com/test/test-de-resiliencia-4236
7. Referencias
- Annele Urtamo, Satu Jyväkorpi, & Strandberg, T. (2019). Definitions of successful ageing: a brief review of a multidimensional concept. PubMed, 90(2), 359–363.
https://doi.org/10.23750/abm.v90i2.8376 APA. (2023a).
- APA Dictionary of Psychology. Apa.org. https://dictionary.apa.org/resilienceAPA. (2023b). APA Dictionary of Psychology. Apa.org.
https://dictionary.apa.org/adaptation
- Fatemeh Estebsari, Dastoorpoor, M., Zahra Rahimi Khalifehkandi, Nouri, A., Davoud Mostafaei, Hosseini, M., Esmaeili, R., & Hamidreza Aghababaeian. (2020). The Concept of Successful Aging: A Review Article. Current Aging Science, 13(1), 4–10.
https://doi.org/10.2174/1874609812666191023130117
- Lapierre, S., Erlangsen, A., Waern, M., de Leo, D., Oyama, H., Scocco, P., Gallo, J., Szanto, K., Conwell, Y., Draper, B., & Quinnett, P. (2011). A Systematic Review of Elderly Suicide Prevention Programs. Crisis.
https://econtent.hogrefe.com/doi/10.1027/0227-5910/a000076MacLeod
- S., Musich, S., Hawkins, K., Alsgaard, K., & Wicker, E. (2016). The impact of resilience among older adults. Geriatric Nursing, 37(4), 266–272.
https://doi.org/10.1016/j.gerinurse.2016.02.014
- Philipp Kuwert, Knaevelsrud, C., & Pietrzak, R. H. (2014). Loneliness Among Older Veterans in the United States: Results from the National Health and Resilience in Veterans Study. American Journal of Geriatric Psychiatry, 22(6), 564–569.
https://doi.org/10.1016/j.jagp.2013.02.013
- Reshma Aziz Merchant, Aprahamian, I., Woo, J., Vellas, B., & Morley, J. E. (2022). Resilience And Successful Aging. The Journal of Nutrition Health & Aging, 26(7), 652–656.
https://doi.org/10.1007/s12603-022-1818-4
- Rowe, J. W., & Kahn, R. L. (1997). Successful Aging. The Gerontologist, 37(4), 433–440.
https://doi.org/10.1093/geront/37.4.433
- Sala Mozos, E., Mozos, J., Burgess, J., & Campbell, K. (2023). Climate-Resilient Care for Older People in the Context of the Global Green New Deal and Just Transition. C40 Knowledge .
https://www.c40knowledgehub.org/s/article/Climate-resilient-care-for-older-people-in-the-context-of-the-Global-Green-New-Deal-and-Just-Transition?language=en_US#:~:text=To%20reduce%20impacts%20of%20climate,policies%20to%20improve%20thermal%20comfort